viernes, 30 de marzo de 2018

"Hija de humo y hueso", de Laini Taylor (Hija de humo y hueso #1)

Título: Hija de humo y hueso

Título original: Daughter of Smoke and Bone

Serie: Hija de humo y hueso (Daughter of Smoke and Bone)

Autor: Laini Taylor (1971)

Año de publicación: 2011

Traducción: Monserrat Nieto

Calificación: 🌟🌟🌟🌟🌟

Composición de la serie:

2) Días de sangre y resplandor 

3) Sueños de dioses y monstruos 

Spin off: Night of Cake & Puppets (#2.5)


GENIAL. Esa es la palabra que le queda mejor. Hacia tiempo que no me sentía maravillada con un libro a medida que lo iba leyendo, pero Laini Taylor lo logró. Porque Daughter of Smoke & Bone no es uno de esos libros que se olvidan después de acomodarlos en la estantería. Hay miles de razones, así que voy a tratar de ser concisa. 

Lo primero que quiero destacar es la escritura de Taylor. Siempre que terminaba un libro YA encontraba que estaba mal escrito o que no me gustaba el estilo, pero este no fue el caso. Taylor no sólo escribe bien y se precipita en los momentos en que la acción lo requiere, sino que también tiene un estilo muy personal y distintivo. Y no sólo eso: fue capaz de elegir lugares poco usados en esta clase de historias e idiomas poco comunes para los nombres de sus personajes. Particularmente, las descripciones de Praga y Eretz me encantaron.

La originalidad de la historia es otra razón, más allá de todas las referencias a Romeo y Julieta que podemos encontrar y el hecho de que yo haya leído pocos libros de este género como para comparar. Una escuela de arte. Grupo de chicos que asustan turistas (nota: que Kaz se disfrazara de vampiro no me pareció una elección inocente, me reí mucho con eso). Bares extravagantes. Tráfico de deseos. Guerra entre quimeras y serafines ¿A quién se le hubiera ocurrido mezclar todo eso en un libro y armar un argumento tan fantástico? Por suerte, se le ocurrió a una persona con capacidad para contarlo. Taylor no proporciona información de golpe, la dosifica de una forma que genera intriga. 

Hablando de los personajes, hace mucho tiempo (desde Katniss Everdeen, para ser exacta) que no lograba congeniar con alguna protagonista. Karou me cayó bien. Es inteligente, creativa y buena persona, pero eso no quiere decir que no sepa defenderse y ser dura cuando lo necesita. No me pasó lo mismo con Madrigal. Akiva es demasiado perfecto (algo que me sonó a cliché), pero la personalidad dejó a un lado ese detalle. Todavía ando suspirando por el chal de colibríes- polilla, a pesar de que odie las cursilerías. Y dan ganas de que los secundarios se desarrollen más en la continuación, porque están bien definidos. Brimstone es mi preferido. No lo puedo evitar. Tal vez Zuzana sea la única que me pareció pesada, porque sale muy poco del estereotipo de “amiga protectora y celestina”. 

Algo más que quiero destacar: el hecho de que la historia de amor no tapara las cuestiones de fondo, como la lucha por la identidad, la guerra y la esperanza (uno de los conceptos repetidos hasta el cansancio), por ejemplo.

Resumiendo, Daughter of Smoke & Bone rompe los esquemas del amor y la guerra entre dos razas con una historia extraña y bien narrada, que dan ganas de leer la continuación. No es más de lo mismo.

Leído en 2013

viernes, 23 de marzo de 2018

"La hora de la estrella", de Clarice Lispector



Título: La hora de la estrella

Título original: A hora da estrela

Autor: Clarice Lispector (1920-1977)

Año de publicación: 1977

Traducción: Gonzalo Aguilar

Calificación: 🌟🌟🌟🌟🌟





Quedé fascinada con esta autora desde La bella y la bestia. Y si los cuentos de ese libro, cuya publicación fue póstuma, me introdujeron al extraño mundo de Clarice Lispector, La hora de la estrella terminó de convencerme y ahora quiero quedarme a vivir allí. Parece un mundo ordinario, en donde vemos vivencias ordinarias de gente ordinaria, pero hay algo que no lo es: la forma de contarlo. Lispector toma un hecho y lo trata de adentro hacia afuera, de modo que uno se cruza con pensamientos ajenos, profundos y superficiales.

La historia comienza con un escritor que está contando la historia de Macabea, una muchacha ingenua y algo exasperante que trabaja como dactilógrafa, es pobre y proviene del nordeste de Brasil, lo cual la hace un “bicho raro” en Río de Janeiro. Mientras el autor reflexiona sobre su propia creación, nos muestra las dificultades que surgen frente a Macabea y que ella no esquiva. Porque es una no- persona, no se percibe, no es. A todo esto hay que sumarle a un novio con aires de Napoleón Bonaparte, una compañera de trabajo que no le deseo a nadie y la posesión de una lamentable incapacidad para interpretar una simple conversación.

Es una novela de lo más curiosa, porque la voz del autor- personaje- narrador está todo el tiempo interviniendo y opinando (a veces bien, a veces mal) de Macabea y de su triste vida. También es bastante autorreferencial y hace girar la trama sobre sí mismo, algo que hace que el lector se olvide algunas veces de la muchacha. Y con razón, porque según él, Macabea “ni se daba cuenta de que vivía en una sociedad técnica donde ella era un tornillo del que se podía prescindir”. Sin piedad. Comentarios como estos abundan, y uno no sabe si debe odiar al narrador o darle la razón.

Lispector es una escritora maravillosa y me alegro de haber encontrado que alguien me empujara a leerla de una buena vez. Si bien en La bella y la bestia su escritura me pareció más fragmentaria, esta novela no pierde la identidad al ser más homogénea (los de La bella y la bestia son cuentos, así que era de esperar que los ritmos fueran distintos) e íntima. Además, Lispector también vivió en el nordeste (como Macabea) y utiliza la experiencia para contrastar dos regiones (en un sentido muy amplio de la palabra) que, al parecer, tienen pocas cosas en común. Y sé que las comparaciones son odiosas, pero me hizo acordar a Virginia Woolf en algunos puntos. No lo comento acusando una copia ni nada por el estilo, simplemente es una semejanza que se me cruzó por la cabeza mientras leía, porque a la vez las dos son muy diferentes.

Me atrevo a decir que La hora de la estrella no es lo mejor de esta autora porque espero más en sus otros trabajos. Me recomendaron muchísimos (todos, para ser sincera) y yo acepté encantada porque Lispector fue una sorpresa. Por lo pronto, recomendaría esta novela para cualquiera que quiera empezar a conocerla o que ya la conoció, sin distinciones. Yo ya la anoté entre mis próximas relecturas.


viernes, 16 de marzo de 2018

"La plenitud de la señorita Brodie", de Muriel Spark


Título: La plenitud de la señorita Brodie

Título original: The Prime of Miss Jean Brodie

Autor: Muriel Spark (1918-2006)

Año de publicación: 1961

Traducción: Silvia Barbero

Calificación: 🌟🌟🌟





En la búsqueda de autores que no leí antes encontré en la lista a Muriel Spark y esta pequeña novela, que aparentemente es la más conocida (con versión cinematográfica incluida). El libro tal vez no me haya dejado absolutamente alucinada (las tres estrellas son tibias, muy tibias) y tampoco fue a parar a un rincón privilegiado.

La señorita del título es una maestra de una escuela escocesa en los años ´30 que selecciona a algunas alumnas para conformar un grupo de elite, a saber: Sandy, Jenny, Rose, Monica, Eunice y Mary. Se encarga de educarlas informalmente en asuntos que la escuela jamás se preocuparía de transmitir, con el fin de prepararlas para el futuro. El método pedagógico que utiliza Brodie empieza a molestar a la directora de la escuela y, básicamente, emprende la búsqueda de la razón perfecta para sacársela de encima.  

The Prime… es una novela sobre la iniciación de señoritas, pero se aleja bastante de la atmósfera tierna y doméstica de Little Women, por ejemplo. El grupo de Brodie está compuesto por individualidades firmes, que muchas veces colapsan entre ellas (o simplemente se ignoran), y algunas hasta están signadas por su sexualidad. Rose hasta tiene un epíteto propio que me fastidió bastante la lectura porque se repite demasiado. Tampoco me gustó que fuera una narración tan descriptiva, a pesar de que en la mitad ese efecto se amortigua un poco. 

Pero lo relevante es que en esta novela se condensa mucho contexto histórico y se sitúa en una perspectiva poco común que prefiero no detallar. Existen muchos saltos temporales que van hacia la adultez de las jóvenes y vuelve a otro momento, algo que provoca que la pregunta que uno empieza a hacerse desde el principio (porque la misma novela siembra la duda) logre tomar forma de respuesta. Por supuesto, la falta de linealidad hace que la lectura sea más dinámica. En cuanto un tema se vuelve aburrido, ya asoma el otro. Y así durante todo el libro. Sandy, por suerte, tiene una imaginación loquísima que la hace inventar conversaciones con personajes de otras novelas y altera bastante la rutina de las clases.

¿Y qué decir sobre los personajes, femeninos en su mayoría? Están un poco estereotipados y a veces son predecibles, pero es imposible no encontrar una identificación mínima con alguno o varios de ellos. Brodie como maestra es muy estimulante y tiene una obsesión por el aprovechamiento del tiempo, aunque en ciertas ocasiones coincidí más con la directora que con ella, sobre todo cuando el vínculo comienza a ser bastante retorcido y hasta un poco tóxico. La parte de la secundaria me trajo muchísimos recuerdos sobre los profesores y la difícil decisión de tomar una orientación (a pesar de que mi escuela no tenía ni una pizca del funcionamiento de la Escuela Marcia Blaine), así que en algún punto se me hizo muy agradable de leer. Pero en la balanza la nostalgia pesa poco y no puedo ponerle cinco estrellas por eso.

Tal vez empecé a leer The Prime… con pocas expectativas, pero no estuvo mal. No la consideré como una pérdida de tiempo, sino más bien como una novela que permite descubrir las miradas de los estudiantes sobre la influencia de los profesores y las esperanzas que guardan estos últimos, todo esto mezclado con un momento histórico muy determinante. Recomendable.     

viernes, 9 de marzo de 2018

"Una habitación propia", de Virginia Woolf

Aprovechando que marzo es el mes de la mujer (estoy perdida en el tiempo, creí que seguía siendo febrero... bien, Yani) decidí publicar continuamente, hasta abril, reseñas de libros de autoras con protagonistas femeninas. Como entrada destacada, en la barra lateral van a poder encontrar la colección de citas que dediqué al tema de las mujeres hace unos meses. Me hubiera gustado preparar algo más, como las reseñas que todavía no pude escribir de los libros del reto #WomenPNL, pero la verdad es que la universidad me está matando (y no suavemente). Dejando las explicaciones de lado, me pareció lógico publicar primero mi pequeña opinión sobre uno de los libros que no debe faltar en ninguna biblioteca.


Título: Una habitación propia

Título original: A Room of One´s Own

Autor: Virginia Woolf (1882- 1941)

Año de publicación: 1929

Traducción: Laura Pujol

Calificación: 🌟🌟🌟🌟🌟 

Ninguna fuerza en el mundo puede quitarme mis quinientas libras. Tengo asegurados para siempre la comida, el cobijo y el vestir. Por tanto, no sólo cesan el esforzarse y el luchar, sino también el odio y la amargura. No necesito odiar a ningún hombre; no puede herirme. No necesito halagar a ningún hombre; no tiene nada que darme.



Lamenté haber tardado tanto en leer un libro que atrapa desde el principio, porque cuando lo hice en su momento estaba con muchos asuntos y no pude leerlo seguido. Tener que soltarlo era un poquito doloroso, aunque hubo una ventaja: no se terminó tan rápido. 

Una habitación propia es un ensayo que problematiza la autoría femenina desde algunos elementos que Woolf decide tomar para hablar de ello. En este caso, se dedica a la falta de un espacio en donde la mujer pueda escribir tranquila. Sin embargo, a medida que uno avanza la lectura se encuentra con otras cuestiones que se desarrollan (como, por ejemplo, la amargura que marcó a muchos de los textos compuestos por mujeres) con fluidez. No hay nada que se desperdicie porque, incluso cuando uno cree que se desvió del tema, sabe que Woolf (o la no- Woolf narradora) está diciendo algo. O será que a mí me encantan las descripciones de Londres y no las considero inútiles.

Hay observaciones muy interesantes sobre Jane Austen y las hermanas Brontë y varios comentarios que contienen ese sarcasmo tan admirable que arranca una sonrisa cómplice. Porque uno entiende que las comparaciones y las humillaciones son odiosas y porque ni siquiera hay que ser mujer para comprender que, efectivamente, la libertad de pensamiento nunca fue igual para todos. Por ende, el desarrollo de la creatividad tampoco lo fue. La historia inventada sobre la mujer que en la época isabelina tenía el genio de Shakespeare se relaciona con esto y sobrevuela todo el ensayo.

Se lo recomiendo a todos, sin distinción de género, porque es un texto precioso que trata un tema más precioso aún (esa fue una opinión totalmente mía). Si alguna vez se enfrentaron con una hoja en blanco o se dedican a leer a autoras, lo van a entender.

¡Buen fin de semana!

viernes, 2 de marzo de 2018

[Tags] Por amor a los clásicos

Este es mi primer book tag fuera de los Liebster Awards, así que me entusiasma. Además, el tema ya lo dice todo y pega perfectamente con el blog. Lo saqué del blog Secretos literarios y lo tenía pendiente desde hace mucho.

1. ¿Por qué lees clásicos y con qué frecuencia?
Leo clásicos porque sus historias son buenas, están bien escritos (bueno, no todos) y  reflejan tiempos pasados. Aprendo historia con ellos, aprendo filosofía y me desafían constantemente. No digo que son los mejores libros del mundo porque en esta época también hay buenos, pero me llevo menos decepciones. La frecuencia de lectura es...


2. ¿Hay un período, lugar o cultura del que no hayas leído muchos clásicos y que te gustaría leer?
Tengo que leer más clásicos de mi país (Argentina). Suena paradójico, pero es así, porque me dedico a literaturas extranjeras. 

3. ¿Qué libro actual crees que será un clásico dentro de 100 años?
Leo pocos libros actuales, pero Harry Potter está en carrera para ser un clásico dentro de 100 años. Y creo que también lo serán algunos libros de Margaret Atwood, a pesar de no ser fan de ella o haber leído El cuento de la criada. 

4. ¿Cuál es el último clásico que has leído?
Sacando los libros que estoy leyendo para el reto de autoras premiadas, el último clásico que leí fue Facundo, de Domingo F. Sarmiento. En esta entrada había dicho que le temía, pero al final la experiencia de lectura fue muy buena.

5. ¿Cuál fue el primer clásico que leíste?
Fueron cuentos infantiles, como "Caperucita Roja" y "La Bella y la Bestia". Era un libro enorme. De adultos, lo primero que leí fue una recopilación de cuentos fantásticos de autores argentinos como Jorge Luis Borges y Silvina Ocampo. 

6. Portadas preferidas.
Elegí portadas de ediciones que tengo. Por ejemplo:

                              

7. Autor que te gustaría que hubiera escrito más libros
Emily Brontë. No me basta que tenga poemas, necesitaba más novelas de ella.

8. Clásico que menos te ha gustado
Las aventuras de Tom Sawyer, de Mark Twain, fue una decepción.

9. Clásico traducido favorito
Eugenio Onieguin, de Alexander Pushkin. Aunque el narrador sea un poco molesto, la historia es genial y la coprotagonista lo vale.

10. Clásico moderno favorito
Fahrenheit 451, de Ray Bradbury. Y es tan moderno que todo lo que está en ese libro se puede ver en la época actual. Espero que la película de HBO lo refleje. 

11. Lugares clásicos favoritos que te gustaría visitar
Londres y San Petersburgo. Soy un cliché caminante, lo sé.

12. Un clásico que recomendarías a un niño
Uy, esta es difícil porque tengo una lista de clásicos infantiles que no recomendaría a niños. A ver... Recomendaría El mago de Oz, de Frank Baum.

13. ¿Cómo retitularías un clásico que crees que tiene un título erróneo?
¡Qué buena consigna! Creo que le cambiaría los nombres a los libros de Charles Dickens, sobre todo a los que tienen nombres propios en el título. Oliver Twist podría llamarse "La difícil tarea de ser niño y sobrevivir en Londres", por ejemplo. Ok, no, es muy largo.

14. Clásico que recomendarías a todo el mundo.
Siempre digo Jane Eyre, pero voy a cambiar para no ser repetitiva. Crimen y castigo, de Fiódor Dostoievski.

No nomino a nadie porque el book tag es muy específico y conozco más gente que lee juveniles que clásicos. Que lo haga quien quiera responderlo.
¡Que tengan buen fin de semana!