Títulos originales: The New York Trilogy (City of Glass, Ghosts y The Locked Room)
Autor: Paul Auster
Año de publicación: 1985, 1986 y 1986, respectivamente
Año de publicación: 1985, 1986 y 1986, respectivamente
Calificación: 🌟🌟🌟🌟
Qué lectura tan amena, tan rápida (estoy sacando los días en que tuve que dejarlo por los estudios) y tan conflictiva. Estas tres novelas me parecieron más una forma de problematizar la identidad y la literatura antes que un homenaje a New York a través de la escritura. Si la ciudad puede considerarse como un espacio inquietante y en movimiento, entonces New York es un claro ejemplo. Y Paul Auster aprovecha esa vorágine para mostrar también cómo en esa ciudad nadie es quien dice ser: las personas roban identidades ajenas, las absorben, las transforman, las viven. Haré un breve comentario sin spoilers de las tres novelas.
✰ Ciudad de cristal
Un escritor de novelas policíacas que se apellida Quinn recibe un llamado por equivocación. El escritor usa seudónimo y, extrañamente, quien lo busca lo confunde con otro escritor. Acepta el caso ¿Le servirá su experiencia como creador de un detective? Eso, tal vez, es lo menos importante. Porque cuando Quinn empieza a trabajar en el caso, no hay nada que indique una normalidad en el asunto. Lo cierto es que esta novela atrapa por la forma en que ahoga al personaje en su propia red, en sus obsesiones y en el hecho de “creerse otro”. Muy, muy buena y con varias referencias literarias. Las primeras páginas son las mejores y revelan un estilo fluido y complicado a la vez.
✰ Fantasmas
Esta es la más extraña de las tres, la más desconcertante. Eso no significa que sea mala, sino todo lo contrario: Auster parece redoblar el juego de las identidades y, para colmo, los personajes tienen nombres de colores. El estilo es parco, pero efectivo. También es de género policial y no termina como uno lo espera. La explicación esclarecedora que todos buscamos en el último capítulo de una novela del género no se sirve en bandeja. No estoy contando el final. Simplemente, estoy señalando su particularidad. No sé si me gustó más que Ciudad de cristal, pero la amé (otra vez) porque toca la literatura como tema secundario, pero pone especial foco en el proceso de escritura.
✰ La habitación cerrada
Creo que aquí hay un problema de usurpación de vida, más que nada. Una forma práctica y poco sutil del intercambio de identidad. A un hombre le piden que se encargue de los manuscritos de un escritor desaparecido. Todo lo que viene después sería mucho más emocionante si hubiera menos enredos con mujeres que no salen del interés amoroso y/o del interés sexual. El personaje principal me cansó con sus hormonas (y es un adulto, vale aclarar). La literatura vuelve a ocupar un plano importante de la trama, ya que las publicaciones y la escritura mueven las decisiones de un protagonista que desentierra el pasado casi para siempre. La novela está narrada en primera persona, pero el personaje que narra me desagrada.
A modo general, diría que Auster se siente muy cómodo con la escritura y la literatura en estas tres novelas, a tal punto que le sirvió para elaborar tres historias policiales y peculiares. Para algunos, quizás, se vuelva cansador. Creo que vale la pena darle una oportunidad y seguramente es el mejor lugar para comenzar a conocer a este autor. Al menos, a mí me funcionó. La trilogía de Nueva York, según mi parecer, apunta a un público lector de clásicos que no se asusten con los spoilers y que le sigan la pisada a estos personajes cultos y perdidos en una ciudad que se paraliza con sus conflictos internos.